¿Y como están, gente linda? Espero que hayan tenido un día bonito (que si bien sé que es lunes y todos estamos llenos de estrés, siempre hay que pasarla bien).
Ahora, para abrir la nueva sección en mi blog sobre Psicología, les traigo un artículo muy especial. Espero les guste:
Los mitos de la Psicología
Alrededor de la salud mental y la psicología se han creado ideas que son falsas. Cuando hablamos de mitos, debemos partir de que “todo mito, por definición tiene un componente, mínimo al menos, de realidad, porque es una forma de tratar de explicar un fenómeno para el cual no hay una explicación…empíricamente validada”. Los medios de comunicación contribuyen a presentar una imagen estereotípica y errónea de los y las profesionales en psicología: los profesionales son ineficientes y carentes de ética; en el mejor de los casos, terminan generando algún drama romántico. En el peor, causan daño considerable a otras personas.
La actitud negativa y desvalorización social hacia los profesionales de psicología se basa grandemente en mitos, e impide que personas o grupos que realmente necesitan ayuda accesen a ella.
Mito 1: la gente supone que los psicólogos, con sólo verla, le leemos la mente.
“Nos presentamos a alguien, en cualquier situación social y, cuando mencionamos que somos estudiantes de psicología o profesionales de psicología, inmediatamente las personas creen que estamos “psicoanalizando”, que les estamos leyendo la mente o que estamos de manera muy fría y calculada analizando cada uno de sus comportamientos para adivinar cuál es su personalidad”.
“A veces ni conocemos a la persona, la vemos por primera vez, nos la presentan, y creen que inmediatamente con sólo verle la cara, con sólo verle los ojos, ya tenemos una especie de magia, que podemos penetrar lo profundo de su ser para identificar qué es lo que le pasa, qué es lo que tiene, y eso obviamente no es así”.
Las personas creen que los psicólogos están para juzgar, y así, la conversación ya no es libre porque tienen miedo de ser encasilladas. La verdad es que un proceso terapéutico es un proceso a mediano plazo, de interacción, de diálogo. No se “analiza”, ni individual ni colectivamente. Ciertamente poseemos conocimientos sobre la naturaleza humana, y ha influido en nuestra forma de ver el mundo. Pero de ahí a hacer magia, hay un gran trecho.
Mito 2: Los psicólogos son para locos.
“Ese es de los mitos más antiguos, y en realidad, un loco, al que menos va, es al psicólogo”…”La persona que está consciente que tiene problemas es la que va y busca ayuda de un psicólogo o psicóloga”.
Mito 3: Los psicólogos van a aconsejar y a arreglarle la vida.
Muchas personas esperan que sea el psicólogo que le diga qué hace, esperan que se le den recetas como hacen los médicos.
Aquí cabe hacer una aclaración: el dar consejos depende del área profesional:
“Un psicólogo que se dedique al área educativa…es un psicólogo que hace un poco de consejería. ¿Por qué? porque un psicólogo de esa área típicamente trabaja con niños y adolescentes, y…desde el punto de vista profesional, es válido darles consejos…porque estamos formando valores también. Pero con una persona adulta, no. Ya no es válido que yo le esté aconsejando lo que tiene que hacer”.
Curiosamente, son las personas adultas quienes más piden que se les resuelva sus problemas.
“Están en la búsqueda de una solución fácil y rápida para aquella problemática que los ha llevado a acudir donde el psicólogo. Es quizás justamente eso que provoca que nuestra profesión muchas veces sea malvalorada o mal evaluada al no sentir ellos que están teniendo resultados rápidos, en la primera sesión, por ejemplo”.
“Lamentablemente hay muchos colegas que contribuyen a eso….Les gusta sentir que están aconsejando, que son una guía maravillosa”.
En realidad, el proceso de solución de problemas sigue una serie hay pasos: análisis de situación de vida, revisión de los recursos que tiene, las actividades que ha realizado hasta ahora para solventar la situación, etc. Es un proceso a mediano y largo plazo.
“A veces el problema [...] o las dificultades en el vivir se arreglan simplemente cambiando o modificando el pensamiento que tengo con respecto a dicho problema. A veces sólo basta…-dependiendo de la situación- verlo desde otra óptica”.
Es en esta labor, y en otras similares, donde entran los profesionales de psicología. No aspiramos a resolver todos los problemas de la sociedad. Por ejemplo, contar con psicólogo en cada escuela, no resolvería todos los problemas educativos, sociales y de violencia que sufre el país, pero puede contribuir a detectar las problemáticas más importantes y a aportar soluciones.
Mito 4: La ayuda que da el psicólogo debe ser inmediata para que funcione.
El tipo de ayuda que brinda la psicología es muy particular. Muchas personas pueden salir defraudadas de la primera sesión, argumentando que fueron, “sólo hablaron” y el psicólogo no les dijo nada. Ahí está el éxito de muchos programas de televisión, que tienen psicólogos clínicos u otros profesionales de la salud mental:
“Es un programa bien duro porque se invita una familia con una problemática y estos tres jueces [...] dicen quién tiene la razón. Y lo hacen de una forma en que le dicen a las personas qué hacer. Le dicen, ‘vos cometiste el error así que vas a hacer esto y esto y esto para enmendarlo’. Claro, a las personas les gusta escuchar soluciones rápidas”.
“[Además] el malestar psicológico…produce cierto morbo en los demás. El ver cómo sufre, que lo dejo, que anda con tres hombres, que cómo es posible…”.
Mito 5: Todos los psicólogos son clínicos.
Lo que más se expresa y genera más morbo es el psicólogo clínico, pensando que “analiza”. La gente dice “ya me va a psicoanalizar”, cuando en realidad el psicoanálisis es actual, pero en el Primer Mundo. En El Salvador no hay psicoanalistas, principalmente porque esta aproximación no es adaptable a nuestro contexto: pocos tienen el tiempo y el dinero para asistir a tres o cuatro sesiones por semana, por 5, 10, 15 ó 20 años.
Las áreas más comunes, además de la clínica, son la educativa, la comunitaria, la organizacional/industrial y la social. Pero incluso dentro de las mismas áreas, hay diversos campos de conocimiento y subespecialización, precisamente porque hay diferentes esferas del comportamiento humano. La psicología comenzó siendo una ciencia de laboratorio, experimental; pero a partir de la evaluación y selección de personas para desempeñarse en el ejército, comienza su rol protagónico como ciencia aplicada. De hecho, la psicología organizacional fue la primera área de la psicología aplicada, y a medida que surgen nuevas demandas de la sociedad, se ha ido diversificando. Dentro de la neuropsicología, por ejemplo, hay un campo tan específico como la “neuropsicología económica”, el estudio de comportamientos neuronales en cuanto a la toma de decisiones económicas.
Mito 6: Quienes estudian psicología, tienen problemas psicológicos.
El interés por estudiar psicología se vincula a querer comprender la conducta humana. Todas las personas tenemos experiencias positivas y negativas, y quienes se inclinan a estudiar psicología no sufren de más o menores problemas que el resto de la población . Sólo quieren comprender la naturaleza humana, acceder al mundo científico del comportamiento humano. De hecho, podemos observar que varias personas cursando la carrera son ya profesionales en otras carreras, que pueden incluso no ser humanísticas. Estudian psicología no porque tengan problemas o porque quieran ejercer.
Estudiar psicología, como cualquier otra carrera, no es para toda la gente. Hay tres puntos elementales a tomarse en cuenta: (1) debe tenerse gusto por la lectura, (2) vocación humanística, de servicio y apoyo a otras personas y (3) no se resuelven problemas personales. La carrera por sí misma no es fuente de resolución de problemas.
Fuente: Psicoloquio
¡Un saludo!
"Siempre te reencuentras con quien amaste en el pasado"
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