Por: Cinthya Sánchez
A lo largo de los años han existido innumerables personajes que han dejado huella en la humanidad por sus actos benéficos o hasta por sus crueles acciones.
Pero no sólo han sido personas adultas las que han intervenido a favor del mundo en el que vivimos; han existido niños y niñas que a través de sus buenas labores o ejemplos han movilizado a millones.
De10.mx, con información de los sitios listverse.com y mnn.com, hace un conteo de los infantes que cambiaron el mundo con sus acciones.
1. Anne Frank. Su nombre completo fue Annelies Marie Frank, una niña judía alemana que vivió en carne propia el holocausto nazi. Ella permaneció más de dos años escondida junto con su familia en Ámsterdam durante la Segunda Guerra Mundial; pero cuando fueron hallados por los alemanes, Anne fue llevada a diversos campos de concentración en condiciones inhumanas. Murió de tifus el 12 de marzo de 1945, cuando apenas tenía 16 años de edad.
Su padre, Otto, fue el único superviviente del grupo, y al terminar la guerra volvió a Ámsterdam, donde descubrió el diario íntimo que escribió su hija; donde relató cada uno de los días que vivió escondida de los nazis. Otto logó publicarlo en 1947, y actualmente es uno de los clásicos de la literatura de la Segunda Guerra Mundial.
2. Samantha Smith. A la edad de 10 años, y durante el conflicto conocido como la Guerra Fría, protagonizado por Estados Unidos y la Unión Soviética, esta pequeña decidió enviar una carta al líder soviético Yuri Andropov, con el objetivo de que le explicara el porqué de este problema entre ambas naciones. La carta de Samantha fue publicado por el diario soviético Pravda, pero la niña no recibió respuesta de Andropov, por lo que emprendió otra acción.
Samantha escribió otro mensaje, pero esta vez al Embajador de la Unión Soviética en los Estados Unidos, preguntándole si el Sr. Andropov tenía la intención de responderle. Este fue un suceso inaudito que atrajo la atención de todo el mundo y gracias a sus acciones, Samantha fue nombrada como"Embajador de los Estados Unidos más joven", participando en la pacificación de actividades en Japón; además, escribió un libro y co-protagonizó la serie de televisión, antes de perder la vida en a la edad de 13 años en un accidente aéreo.
El documento decía:
"Estimado Sr. Andropov:
Me llamo Samantha Smith. Tengo diez años de edad. Felicitaciones por su nuevo trabajo. Estuve preocupada pensando en la posibilidad de que Rusia y los Estados Unidos se involucren en una guerra nuclear. ¿Votará por la guerra o no? Si no, por favor cuénteme cómo ayudará a evitar una guerra. Esta pregunta no la tiene que responder, pero me gustaría saber por qué quieren conquistar el mundo o al menos nuestro país. Dios hizo el mundo para que viviéramos juntos en paz y no para pelear."
3. Tatyana "Tanya" Sávicheva. Tuvo una historia similar a la de Anne Frank, pues Tanya fue una niña rusa que escribió un breve diario durante el asedio de Leningrado en la Segunda Guerra Mundial; en el que describe la desesperación de ir perdiendo uno tras otro a los miembros de su familia.
La libreta contenía la fecha y hora de la muerte de padres y hermanos hasta quedarse completamente sola; sin duda, una historia de conmovedora, pero también de fuerza. Este texto sirvió como prueba en los juicios de Núremberg.
4. Hector Pieterson. Se convirtió en el ícono de los levantamientos de Soweto del año 1976; en la época del apartheid en Sudáfrica, cuando el reportero gráfico Sam Nzima tomó una fotografía de él agonizante en brazos de un compañero, Mbuyisa Makhubo, quien iba con la hermana de Hector, Antoinette.
Dicha fotografía dio la vuelta al mundo. Hector fue asesinado a la edad de 12 años, cuando la policía abrió fuego en contra de unos estudiantes que protestaban. Por años, el 16 de junio fue un símbolo de la resistencia a la brutalidad del gobierno del apartheid.
5. Dylan Mahalingam. A los nueve años de edad cofundó Lil' MDGs, una organización internacional que tiene el objetivo de utilizar internet para mejorar el mundo en el que vive. Fue después de un viaje a la India (2005), donde vio la pobreza de cerca, que decidió emprender este proyecto que consiste en capacitar a jóvenes de todas partes del planeta para que participen en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).
Estos ocho objetivos, establecidos por las Naciones Unidas, incluyen acabar con la pobreza y el hambre, educación universal, la igualdad de género y la lucha contra el SIDA y el VIH. Su organización ha movilizado a más de 3 millones de niños en todo el mundo para trabajar en una variedad de temas, con más de 24 mil voluntarios regulares provenientes de 41 países. Dylan es un altavoz de los jóvenes para las Naciones Unidas, así como un estratega en jefe, y el embajador del proyecto de Bajo la Acacia.
6. Iqbal Masih. Su historia es desconsoladora. Cuando apenas tenía cuatro años de edad, fue vendido como esclavo a una fábrica de alfombras que pagó por él 12 dólares. Iqbal trabajaba 12 horas al día y no recibía una buena atención ni alimentación, por lo que su estatura, a los 12 años, era la de un niño de 6 años.
Logró escapar y debido a la experiencia vivida, se unió al Frente de Liberación del Trabajo Servidumbre de Pakistán para ayudar a detener el trabajo infantil en todo el mundo.
Iqbal ayudó a más de 3 mil niños pakistaníes que trabajaban como servidumbre a escapar, y daba charlas sobre el trabajo infantil en todo el mundo. Fue asesinado, según, por miembros de la "mafia de alfombras", debido a la publicidad que llevó a la industria del trabajo infantil.
En 1994, Iqbal fue galardonado con el Premio de Derechos Humanos de Reebok. En el año 2000, cuando se creó el Premio Mundial de la Infancia Popular por los Derechos del Niño, se le concedió a título póstumo.
7. Alexandra Scott. Alex como la llamaban sus amigos, nació en Manchester, Connecticut, el 18 de enero de 1996. Antes de cumplir su primer año de vida, fue diagnosticada con neuroblastoma, un tipo de cáncer infantil. Consciente de su enfermedad, cuando cumplió cuatro años, decidió emprender un negocio: vender limonadas para recaudar fondos con los que pudiera ayudar a otros niños con cáncer.
En la primera aparición en escena del puesto de Alex y su limonada consiguió 2 mil dólares. En agosto de 2004, Alex falleció con sólo 8 años; pero su obra se difundió a tal grado de que pudieron recaudar más de un millón de dólares para ayudar a encontrar una cura para la enfermedad que le quitó la vida.
Su familia creo Alex's Lemonade Stand Foundation, inspirada por el ejemplo y la fortaleza de Alex, para seguir ayudando a menores con este padecimiento.
8. Nkosi Johnson. Nació con SIDA y su madre murió de la misma enfermedad. Llamó la atención del mundo cuando fue aceptado en una escuela, pese a la oposición de algunos padres de familia. Nkosi, quien llegó a este mundo el 4 de febrero de 1989, tuvo que luchar en contra de creencias muy arraigadas en la sociedad sudafricana, como la de que se puede enfermar abrazando a un niño o bebé con SIDA.
Con el tiempo, Nkosi se consolidó como símbolo de la lucha contra este padecimiento, transmitió el mensaje a favor del sexo seguro y de los tratamientos contra el SIDA, impartiendo diversas conferencias. Nkosi falleció a los 12 años de edad, pesando tan sólo 10 kilógramos.
9. Thandiwe Chama. Zambiana de 16 años que recibió el Premio de la Paz de los Niños, que concede la fundación holandesa Kids Rights con el auspicio de Unicef y Amnesty Internacional, por su lucha a favor de los derechos de la infancia.
Comenzó su actividad a los ocho años; en ese entonces asistía a una escuela a cielo abierto, que por la falta de maestros fue cerrada. Ella se opuso a tal decisión basándose en el derecho universal a la educación, y encontró para ella y sus compañeros, una nueva escuela y después logró que las autoridades construyeran otra. Thandiwe también lucha por los derechos de los pobres y enfermos.
10. Om Prakash Gurjar. Fue arrebatado de sus padres a los cinco años de edad, y llevado lejos para trabajar en los campos. Fue rescatado por los activistas de Bachpan Bachao Andolan y al tener más edad emprendió varias campañas a favor de los derechos de los niños, como educación gratuita en su país natal, Rajasthan; ayudó a establecer una red que se conoce como "pueblos amistosos para los niños", lugares donde los derechos del niño sean respetados y el trabajo infantil no está permitido.
También creó una red que tiene como objetivo dar a todos los niños un certificado de nacimiento como una forma de ayudar a protegerlos de la explotación. Por todas estas acciones, Om fue galardonado con el Premio Internacional la Paz de los Niños.
Fuente: De10
Comentario personal: Me parece gracioso que hay personas que dicen que es imposible cambiar el mundo, cuando hay muchas otras que en diferentes partes del planeta están luchando por cambiarlo y aún mejor, ¡lo están consiguiendo! Esta es mi reflexión: ¡sí es POSIBLE y no hay que permitir que las personas nos digan que no se puede!
¡Un saludo, gente linda!
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