"Siempre te reencuentras con quien amaste en el pasado"

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jueves, julio 05, 2012

Una moraleja en la clase de Derecho

¡Hola, gente bonita!, ¿cómo están?, ¡espero que bien, por que yo estoy super bien!, a continuación, les dejó una historia que recibí por correo-cadena, gracias a un amigo llamado Rommel.


Espero les guste...


Una  mañana, cuando nuestro nuevo profesor de "Introducción al Derecho" entró en la clase lo primero que hizo fue preguntarle el nombre a un alumno que estaba sentado en la primera fila:   

- ¿Cómo te llamas? 

- Me llamo Juan, señor. 

- ¡Vete de mi clase y no quiero que vuelvas nunca más! - gritó el desagradable profesor.   

Juan estaba desconcertado.  Cuando reaccionó se levantó torpemente, recogió sus cosas y salió de la clase.   Todos estábamos asustados e indignados, pero nadie dijo nada. 

- Está bien. ¡Ahora sí! ¿Para qué sirven las leyes?... 

Seguíamos asustados, pero poco a poco comenzamos a responder a su pregunta: 

-"Para que haya un orden en nuestra sociedad"   

 -"¡No!" -contestaba el profesor   

-"Para cumplirlas" 

-"¡No!"   

-"Para que la gente mala pague por sus actos" 

-"¡No!, ¿Pero es que nadie sabrá responder esta pregunta?!"...  

-"Para que haya justicia" -dijo tímidamente una chica.   

-"¡Por fin!,  Eso es... para que haya justicia.   Y ahora, ¿para qué sirve la justicia?" 

Todos empezábamos a estar molestos por esa actitud tan grosera.  Sin embargo, seguíamos respondiendo:  

-"Para salvaguardar los derechos humanos" 

-"Bien, ¿qué más?" -decía el profesor. 

-"Para discriminar lo que está bien de lo que está mal"... 

-Seguir... 

-"Para premiar a quien hace el bien." 

-Ok, no está mal pero... respondan  a esta pregunta:  
¿actué correctamente al expulsar de la clase a Juan?...

Todos nos quedamos callados, nadie respondía.  

 - Quiero una respuesta decidida y unánime. 

-¡NO!- dijimos todos a la vez. 

-¿Podría decirse que cometí una injusticia? 

-¡Sí! 

-¿Por qué nadie hizo nada al respecto?  ¿Para qué queremos leyes y reglas si no disponemos de la valentía para llevarlas a la práctica?  Cada uno de ustedes tiene la obligación de actuar cuando presencia una injusticia. Todos.  ¡No vuelvan a quedarse callados nunca más!   Vete a buscar a Juan- dijo mirándome fijamente. 

Aquel día recibí la lección más práctica de mi clase de Derecho.

He aquí la historia, juzgarla por ustedes mismos...

¡Un saludo, gente bonita!



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